viernes, 31 de agosto de 2012

Woody Allen

"To love is to suffer. To avoid suffering, one must not love. But, then one suffers from not loving. Therefore, to love is to suffer, not to love is to suffer, to suffer is to suffer. To be happy is to love, to be happy, then, is to suffer, but suffering makes one unhappy, therefore, to be unhappy one must love, or love to suffer, or suffer from too much happiness — I hope you're getting this down."

lunes, 27 de agosto de 2012

Complex Heart

Cuando uno tiene mayores esperanzas que expectativas reales frente a un hecho que sabemos bien es altamente improbable... y lo decepcionan. Una y otra vez.

Y uno es tan iluso como para pensar que esta vez va a ser diferente... pero lo decepcionan. De vuelta.

Y duele... siempre.

domingo, 26 de agosto de 2012

"Mientras realicemos los movimientos habituales y rutinarios que constituyen la mayor parte de nuestra actividad cotidiana, no necesitamos demasiado autoexamen ni autoanálisis. Cuando se las repite mucho, las cosas se tornan familiares, y las cosas familiares son autoexplicativas; no presentan problemas ni despiertan curiosidad. En cierto modo, son invisibles. No se formulan preguntas porque las personas aceptan que "las cosas son como son", "las personas son como son" y afortunadamente poco se puede hacer al respecto. La familiaridad es enemiga acérrima de la curiosidad y la crítica y, por ende, de la innovación y el coraje de cambiar. En la confrontación con ese mundo familiar regido por hábitos y por creencias que realimentan recíprocamente, la intriga actúa como un intruso amenudo irritante. Perturba nuestra agradablemente tranquila forma de vida haciendo preguntas que nadie, entre los "lugareños", recuerda haber oído -y mucho menos respondido- nunca. Esas preguntas transforman las cosas evidentes en rompecabezas: desfamiliarizan lo familiar. De pronto la forma de vida habitual es puesta en tela de juicio; y desde ese momento parece ser sólo una de las formas de vida posibles, no la"natural" y tampoco la única.
El cuestionamiento y la perturbación de la rutina no son del agrado de todo el mundo; muchos rechazan el desafío de la desfamiliarización porque requiere un análisis racional de cosas que hasta entonces "funcionaban solas". Algunos se sienten humillados: aquello que conocían y de lo que estaban orgullosas ha sido devaluado, quizás hasta desvalorizado y ridiculizado; y eso constituye un choque que a nadie le gusta. Pero, pese a lo comprensible que pueda ser el rechazo, la desfamiliarización también tiene sus ventajas. La más importante es que ofrece nuevas e insospechadas posibilidades de vivir la propia vida con más autoconciencia, más comprensión y hasta, quizá, con más libertad y control."
"Pensar una bomba nueva, desear una lavadora de otro modelo, comer más a menudo platos variados aunque congelados, valorar a los demás por el número de objetos que poseen y dedicar los esfuerzos afectivos a asegurar el monopolio sentimental sobre una persona, no es más "humano", no es más "la vida", no es más "natural" que pensar nuevos trucos de magia recreativa, desear más sonrisas, hacer una fiesta el día en que sí comes pollo-pollo o valorar a una persona porque tiene más capacidad de gozar que tú y está dispuesta a enseñarte."

jueves, 23 de agosto de 2012

Cada vez que llovió, paró? Hoy siento como si la ciudad fuese huésped de algúna especie de brisa o aroma romántico. Supongo que es este clima primaveral que con tanta ansia esperábamos o el hecho de que llevo un tiempo viendo a mi vecina de 94 años sentarse de manera religiosa durante horas en el sillón del hall de mi edificio, como si fuese parte del hábito anglófilo de tomar el té a las 4, con la mirada en la nada, o en el todo, intercambiando alguna que otra casual conversación con vecinos que van y vienen. La expresión perdida de su mirada es algo que me enternece el corazón, como si estuviese esperando algo, una ilusión, algo que muchos creerían no llegará, pero que ella espera que sí. Es un lindo escenario para llegar a mi casa, como una cálida bienvenida a tu hogar. Y quizás es eso todo lo que necesitamos, una imagen que le de un poco de color a nuestro día, que hable y transmita esperanza por si sola, callando todo lo demás. Quizás esa es la razón por la cual usamos tantas palabras, porque nunca pudimos encontrar las correctas, o más triste aún, nunca aprendimos a usarlas.
"El amor está en todas partes" empieza alguna de las tantas películas que miré, con una entrañable imagen de un aeropuerto y cientos de reencuentros acompañados de frases dramáticas; y pienso, el amor efectivamente está en todo nuestro alrededor: en los ladridos de mi perro cuando piensa que está expuesta a una amenaza irreal, en el abrazo con el que me recibe mi hermana cuando me vé, en lo nostálgico que tienen las estaciones de trenes, en el andar perdido de hombres y mujeres que tratan de resolver su vida mientras caminan sus 5 cuadras diarias por Microcentro, en la impulsiva reacción que tenemos cuando subimos el volumen al escuchar nuestra canción favorita, en las risas, los abrazos, en el sufrimiento que acompaña nuestras vidas, las dudas, lo incierto, las personas que somos, fuimos y seremos.
Y así y todo, sigo sosteniendo que venimos solos a este mundo, y solos es como lo abandonamos. Y es que solo hay una delgada línea entre dependencia e independencia, y probablemente se preguntarán ¿Quién podría vivir en soledad? Bueno, yo creo que las relaciones de dependencia solo dejan pequeñas sombras de felicidad instantánea y vacía, todas tienen su inminente final. Y algo que no necesito es necesitar de alguien, al menos no por ahora.

Andrea

miércoles, 22 de agosto de 2012

Desigualdades

  Hoy leía un texto antropológico que trataba el "sentido común" citando como ejemplo el encuentro de los occidentales con las sociedades de recolectores y cazadores. Contaba cómo los primeros, tratando de buscar una explicación lógica a las diferencias que tenían para con los aborígenes, usaron varias teorías que reflexionan sobre la naturaleza del hombre provenientes de distintas corrientes de pensamiento filosófico. El autor concluye el ejemplo con la siguiente frase: "Ninguna era una imagen real, sino proyecciones de una discusión europea que buscaba encontrar en "el otro" las razones de su propia condición, de su "mismidad"."
  La frase quedó dando vueltas por mi cabeza por unos momentos, dando como fruto el comienzo de inminentes reflexiones personales. Vivimos en una sociedad donde hemos comprobado científicamente que todos somos iguales, todos somos seres humanos, pero que a pesar de esto, esta fundada en la desigualdad: relaciones asimétricas de poder, clases sociales, sexismo, hasta la ilógica idea de que una raza junto con su idiosincrasia y características físicas pueda ser superior a otra. Este gran nivel de desigualdades que tanto obsesiona al hombre crea una gran cantidad de prejuicios en todos nosotros, prejuicios que sin duda llegan a condicionar nuestro comportamiento y actuación social: siempre nos vemos condicionados por qué esta bien y qué esta mal en nuestra sociedad, qué es normal y qué no lo es, quién es como nosotros y quién es diferente. Nos han tratado de inculcar estas cosas desde que nacimos, siempre acompañado de una gran carga valorativa. Es gracioso porque muchos hemos logrado la aceptación racional de la irracionalidad de nuestra conducta, y sin embargo seguimos presos de nuestros prejuicios, por que su temprana enseñanza los convierte, o al menos eso es lo que creemos, en parte de nuestra naturaleza.
  Y si por un momento nos olvidáramos de aquellas cosas que nos vimos forzados a aprender? Si libráramos nuestro juicio de los límites que nuestra sociedad impone? Podríamos simplemente tomar distancia de las  problemáticas en las que nos vemos envueltos cotidianamente y buscar nuestras propias soluciones, sin el peso de lo que la "mismidad" dice es normal o anormal, bien o mal, y así lograr sentar nuestras propias bases para lo que es correcto y lo que no lo es.
  A veces es bueno mantener presente que no todo lo diferente es necesariamente malo, no somos el centro del mundo y nunca seremos capaces de conocerlo todo. Lo idóneo termina siendo aburrido, aprendamos a aceptar nuestras diferencias para eliminar las desigualdades sociales y pasar a ser una sociedad feliz y contenta de iguales desiguales.

"¿Puede ser que funcionemos con conceptos erróneos? Y si todos los individuos funcionan con conceptos erróneos, ¿También puede darse que toda una sociedad se base en principios falsos?"

Andrea

Volver sobre tus propias raíces

Transitando los espacios de mi casa y los difusos caminos que siguen mis pensamientos, entre la soledad y angustia que me halagan con su no tan grata diaria compañía, decidí volver a las no tan recurridas páginas de blogspot para tratar de sosegar el estrés que conlleva la vida contemporánea. No busco la propagación de mis vagas ideas, no; esto se trata de algo más personal, una especie de "terapia" escrita... simplemente lo necesito.

Andrea