martes, 10 de septiembre de 2013

"Una aeronave es para viajar. No es un arma, o mejor dicho no era un arma hasta que pasó lo que pasó. Todos dijeron que aparentemente una avioneta había chocado contra una de las torres Gemelas de Nueva York. En la mente de los espectadores de la televisión pasaban las imágenes de algunas películas que habían desarrollado el tema del cine catástrofe. Esta vez la catástrofe estaba en vivo y en directo. En nuestra mente ya se veían a los bomberos y socorristas y se sintió un ligero sentimiento de alivio. La gente se iba a salvar. Esas personas que hace horas o minutos habían saludado a sus parientes con un 'Hasta luego' y luego caminado por las calles, iban a llegar inexorablemente a sus casas, a sus afectos y a sus seres queridos. En las cocinas quedaron las tazas humeantes de un café.
Pero súbitamente un error, una equivocación: esta vez claramente se vio la sombra del avión sobre el Hudson. ¿Será un error? No parece un error pues el avión vira y da de lleno en una de las Torres Gemelas. Imposible describir ese momento. Lo que queda vivo es el sabor acre del polvo, el mismo que percibimos en el ataque a la Embajada de Israel y a la sede de la AMIA hace pocos años en Buenos Aires. 
Pocos momentos después se produce el naufragio de las torres. Caen como dos grandes transatlánticos y se hunden en el polvo de lo que más adelante será el Ground Zero. Una especie de Titanic de cemento va cayendo en un bloque y solo se ve la antena de los teléfonos celulares que estaba en el punto más alto de la torre y ahora tiene altura humana. 
Más de tres mil personas han desaparecido. Algunos pudieron llamar a sus seres queridos y expresaron su miedo, o su seguridad de que no iba a pasar nada. Las tazas de café frío han quedado en las cocinas vacías."

                                                     – Juan Antonio Travieso

sábado, 23 de marzo de 2013

We'll laugh as we die and we'll celebrate the end of things with cheap champagne

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"Ray: - You like D&D, Audrey Hepburn, Fangoria, Harry Houdini and croquet. 
You can't swim, you can't dance, and you don't know karate. 
Face it, you're never gonna make it.
Gee: - I don't want to make it... I just wanna..."

Ahi empezó todo para mí, y no hizo falta completar esa última oración, porque ya todos sabíamos lo que significaba. Fue un lindo viaje, fueron soñadores y nos enseñaron a serlo también, nos dieron esperanza y una sonrisa en nuestros "black little hearts" y por eso siempre vamos a estar agradecidos, ahora ya son "The Kids from yesterday" from today, from everyday. Y hoy lloro porque la felicidad que te da estar en frente del escenario cantando con tu banda favorita es una felicidad que no se compara con nada, una felicidad que desgraciadamente no pude ni podré experimentar. Pero también lloro porque fueron más que solo una banda. Fueron quienes me guiaron a convertirme en la persona que soy hoy. A no juzgar a nadie sin conocer su historia, sus luchas, sus fantasmas. A no tenerle miedo a los prejuicios y estar orgullosa de quien soy. Seguir mi camino, sin importar qué, porque siempre iba a haber alguien a mi lado: ellos. Me enseñaron a defenderme, a desafiar a los demás, a aceptar mis diferencias, porque ser diferente es genial. Me ayudaron a entender que la vida no siempre va a ser perfecta, que la vida es sangre, sudor, lágrimas, dolor, y que eso esta bien. Que la vida es caerse y lastimarse, pero también levantarse y mejorar. Que no necesariamente las cosas van a ser mejores, pero si van a ser diferentes, y que lo sean siempre va a ser bueno. Me dieron la fuerza para ser apasionada y amar lo que hago y lo que soy, mostrandome como apreciar y aceptar tanto la belleza como la oscuridad dentro de mi misma y dentro del mundo y a no querer cambiarlas, porque mis problemas y mis peculiaridades son las que me hacen quien soy; fueron esas 4 personas desafiantes y sin miedo que me dieron el inspirador mensaje de que yo valgo, que mi individualidad vale, que no tengo que disculparme por mi extravagancia. Es fácil asumir los miedos y las expectativas de la vida como una carga y hundirse debajo de ellos. Mucho más difícil es encontrar la inspiración para ser algo o alguien; para fijar los ojos en el horizonte y gritarle al mundo "mirame correr y nunca, nunca mirar para atrás". Estuvieron ahi para recordarme que el mundo no es un mejor lugar sin mi, que nada puede pararme y que puedo y debo hacer lo que quiero.
No, no es solo una banda, es una idea, son mi propia concepción de héroe, y siempre van a tener un lugar en mi corazón.
Thank you, thank you, thank you, one time, two times, a million times


"So remember, even if you're dusted, you may be gone, 
but out here in the desert, your shadow lives on without you" 
My Chemical Romance 
2001-2013

''This is for every kid who dyed their hair a fucked up color and can't get a job, that got a tattoo on their neck like Frank and can't get a job, and does this because they fuckin' love this. This song's for every kid in the audience, even if you don't have fucked up hair or tattoos, every kid on stage. This song's about us, this song's about you. It's called The Kids From Yesterday''

lunes, 11 de marzo de 2013

"Until the ground swallows me whole or we see each other again, I hope you heart is full..."


domingo, 10 de marzo de 2013

Hilo conductor de la vida

           Este último tiempo estuvo marcado por aciertos, por aciertos y errores, tantos y tan variados que los primeros dejaron de ser considerados como tales. Todo esto me llevó a considerar que hay algo esencial en la vida de cada persona y que, si uno logra entenderlo, te haces de un poco de felicidad inigualable a cualquier otra. Hablo del perdón, de pedir perdón, pero sobre todo de perdonar. Recientemente aprendí que el perdón y el perdonar son el hilo conductor de una vida. El sufrimiento que significa una guerra, la muerte de un hijo, la traición, la infidelidad, la indiferencia, son dolores difíciles de soportar. Nadie ha inventado nada todavía que sane heridas tan grandes y es el perdón en muchas ocasiones el paso más duro y el único que nos lleva a seguir con el peso de la vida.
          Perdonar es la única forma que tenemos de viajar en el tiempo, con el perdón viajamos al pasado para evitar -de alguna forma- lo que ya sucedió. Rompemos las barreras del tiempo, del espacio, de la lógica y de la razón y cambiamos el enojo por una sonrisa sincera. No hay nada más grande que perdonar un gran pecado, ni nada con más valor que pedir perdón con el corazón en la mano. La vida es un constante perdonar y ser perdonado, un darse cuenta de que somos limitados, de que: no es que no quede esperar más del otro, sino que siendo tan pequeños como somos albergamos una grandeza que en ocasiones nos trasciende a nosotros mismos.

martes, 15 de enero de 2013


Volvamos a ser eternos, masas levadas en sueños, 
volvamos a hacer girar el mundo en nuestros caminos, 
a no rendirse nunca, que apenas vamos aprendiendo.